Si habéis visitado Salamanca quizá ya lo conozcáis. Se trata de un pequeño “huevo de pascua” que dejó el autor cuando fue reconstruida la Catedral de Salamanca en 1992 para que la ciudad acogiese la exposición de “Las Edades del Hombre” el año siguiente. Es tradición añadir un anacronismo que represente al año de la restauración, y el autor, Miguel Romero, así lo hizo.
Como veréis, el brazo derecho desentona ligeramente, y es que fue sustraído por unos vándalos unos años después.
Os dejo este pequeño detalle no muy revelador, por si os apetece ir, que no os agüe la sorpresa de encontrarlo por vosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.