miércoles, 20 de febrero de 2013

Ejemplo de bloqueo del enfoque con la cámara de video

En el siguiente vídeo pongo un ejemplo de cómo resultaría una serie de tomas con la cámara de vídeo utilizando el bloqueo del enfoque.
Se trata de tres objetos (tres cámaras) equidistantes situados delante de la cámara de tal forma que la visión del primero no obstaculice a los demás. La secuencia comienza accionando el teleobjetivo (T) con un bloqueo del enfoque para el más cercano, lo que genera una  pérdida de profundidad de campo y en consecuencia el desenfoque de los otros dos. Durante el movimiento panorámico de derecha a izquierda primero, y de derecha a izquierda después, se comprueba que sólo permanece enfocado el primero. Seguidamente, hemos realizado la misma operación pero con el objeto (una cámara) más lejano, donde lo que está desenfocado son los dos más cercanos.
Finalmente, hemos realizado una última toma, partiendo como la anterior, del objeto más lejano, pero pasando de teleobjetivo (T) a angular (W) de forma progresiva, observándose cómo se van enfocando también progresivamente, desde el más lejano al más cercano, ganando así profundidad de campo.


Esta operación de bloqueo del enfoque es especialmente útil cuando de forma imprevista, se interponen personas u objetos en movimiento entre la cámara y el motivo, donde el enfoque automático provoca el desenfoque, arruinando nuestra toma. También puede resultar aconsejable su uso, cuando objetos estáticos como una verja, una alambrada, o la suciedad de un cristal, impiden el enfoque del motivo que tenemos al otro lado.

Ver también:

martes, 12 de febrero de 2013

Imágenes Comentadas, Parte V: Heráldica de los Escudos de España y Andalucía

 
 

El escudo de España se rige por la Ley 33/1981 (sancionada el 5 de octubre), que lo blasona en los siguientes términos:


Artículo 1º: El escudo de España es cuartelado y entado en punta. En el primer cuartel, de gules o rojo, un castillo de oro, almenado, aclarado de azur o azul y mazonado de sable o negro. En el segundo, de plata, un león rampante, de púrpura, linguado, uñado, armado de gules y coronado de oro. En el tercero, de oro, cuatro palos, de gules o rojo. En el cuarto, de gules o rojo, una cadena de oro, puesta en cruz, aspa y orla, cargada en el centro de una esmeralda de su color. Entado de plata, una granada al natural, rajada de gules o rojo, tallada y hojada de dos hojas de sinople o verde. Acompañado de dos columnas de plata, con la base y capitel de oro, sobre ondas de azur o azul y plata, superada la corona imperial la diestra, y de una corona real la siniestra, ambas de oro, y rodeando las columnas una cinta de gules o rojo, cargada de letras de oro, en la diestra "Plus" y en la siniestra "Ultra", (del latín Plus Ultra, Más Allá). Al timbre, Corona Real cerrada, que es un círculo de oro, engastado de piedras preciosas, compuesta de ocho florones de hojas de acanto, visible cinco, interpoladas de perlas y de cuyas hojas salen sendas diademas sumadas de perlas, que convergen en el mundo de azur o azul, con el semimeridiano y el ecuador en oro, sumado de cruz de oro. La corona forrada de gules o rojo
Artículo 2º: El escudo de España, tal y como se describe en el artículo anterior, lleva escusón de azur o azul, tres lises de oro puestas dos y una, la bordura lisa de gules o rojo, propio de la dinastía reinante (Borbón-Anjou).
 
Los cuarteles están dispuestos de la siguiente forma:
Primer cuartel (diestra jefe): armas del Reino de Castilla.
Segundo cuartel (siniestra jefe): armas del Reino de León.
Tercer cuartel (punta diestra): armas de la Corona de Aragón.
Cuarto cuartel (punta siniestra): armas del Reino de Navarra.
Entado en punta: armas del Reino de Granada.
Escusón: Armas de la Casa de Borbón de España.
El resto de ornamentos que componen la figura son:
Timbre: Corona Real, simbolizando la soberanía nacional.
Columnas: Columnas de Hércules integradas en el escudo de Carlos I, flanqueando el escudo y soportando el lema "Plus Ultra". Coronadas por la Corona del Sacro Imperio Romano Germánico y la Corona Real Española, representando la historia nacional como imperio y como reino.



 
 
 
Según el artículo primero de la Ley 3/1982 de 21 de diciembre sobre el Himno y el Escudo de Andalucía:

Andalucía tiene escudo propio, que se escribe teniendo en cuenta los acuerdos de la Asamblea de Ronda de 1918, como el compuesto por la figura de un Hércules prominente entre dos columnas, expresión de la fuerza eternamente joven del espíritu, sujetando y domando a dos leones que representan la fuerza de los instintos animales, con una inscripción a los pies de una leyenda que dice: "Andalucía por sí, para España y la Humanidad", sobre el fondo de una bandera andaluza. Cierra las dos columnas un arco de medio punto con las palabras latinas "Dominator Hercules Fundator" también sobre el fondo de la bandera andaluza.
 
El escudo heráldico es similar, se basa en un escudo español, portugués o flamenco de campo azur, sobre el que se encuentran dos columnas de oro sobre cinta de gules o rojo con la leyenda "non plus" en la diestra y "ultra" en la siniestra en letras de oro resaltadas de dos leones de su color echados, aculados y resaltados a su vez a una figura de Hércules de pie en carnación o al natural, vestido con piel de león, asiendo con las manos las guedejas de los leones. Saliendo de columna a columna en arco de medio punto la leyenda "Dominator Hercules Fundator" resaltado en oro.

lunes, 4 de febrero de 2013

Curso de camarógrafo (3 de 3)


Curso de camarógrafo (2 de 3)

Curso de camarógrafo (1 de 3)

LA CONTINUIDAD: el espacio cinematográfico


Parece evidente que las tomas han de ser contempladas como fragmentos de un todo. La continuidad es la función que interrelaciona espacial y temporalmente un plano con el siguiente. La continuidad permite cuando se ven dos planos seguidos, asociarlos como consecutivos aunque estén rodados en lugares y, evidentemente, momentos distintos.


En otras palabras, un personaje se encuentra en el hall de su casa a punto de salir; la escena puede estar rodada en el decorado de un estudio y el plano continuo, en el que le vemos salir de la casa, se ha registrado días después a kilómetros de allí; sin embargo, el respeto de una serie de normas profesionales y condicionantes técnicos nos permitirán apreciarlos en pantalla como continuos. Estos elementos a respetar serán, la luz, el decorado, el vestuario, el actor, el maquillaje, el sonido y la dirección de mirada o movimiento y en su conjunto reciben el nombre de raccord (o continuidad en los planos). Alguien hizo un símil con las costura: "el raccord cose los planos sin que se vea el hilo".

Para mantener una geografía clara en los espacios de la realización cinematográfica y audiovisual se parte de una normativa muy precisa que se articula a partir del concepto de eje. Se llama eje escénico o de acción a la trayectoria que sigue en pantalla cualquier elemento móvil. El eje escénico se forma igualmente entre dos personajes inmóviles que se miran. El eje de cámara es la línea imaginaria que coincide con el punto de mira del objetivo de la cámara. Todas las normas gramaticales del lenguaje audiovisual toman como base el eje escénico y el eje de cámara. De hecho se acostumbra a dividir la escena según el eje de cámara, diciéndose que tal o cual personaje está a la derecha a la izquierda o en el eje.

El espectador cognitivamente reconstruye el espacio de tal manera que no se observan esas reglas usualmente conducen a confusión: es lo que se denomina como ‘saltos de eje’ (en las repeticiones televisivas suele avisarse con el letrero de ‘ángulo inverso’).

Es decir que para no desorientar a los públicos la industria del cine ha dispuesto que la cámara se coloque siempre en una misma línea paralela al mismo lado de los ejes. Un ejemplo: si tenemos a dos personajes conversando, los planos deberán ser rodados al mismo lado del eje establecido por sus miradas y si no se respeta se tiene la impresión de que uno habla al cogote del otro. Paralelamente, el eje de cámara nos obliga a que entre el primer plano y el continuo debe existir al menos una diferencia de angulación de 30ï para dar sensación de cambio de punto de vista. 

Para las reglas del eje escénico, los movimientos y los cambios de dirección de actores y otros elementos suponen la principal dificultad. Si tenemos un objeto en movimiento que entra el plano por la derecha y sale luego por la izquierda, en el siguiente plano será obligatorio para dar continuidad al recorrido que aparezca por la derecha. 

En el ámbito de las profesiones del cine, la persona encargada de controlar el raccord recibe el nombre de script o secretaria/o de dirección, aunque cada departamento (iluminación, vestuario, decoración...) suele hacerse responsable de controlar la continuidad que le compete y el script advierte o resuelve posibles dudas.

Un último factor a tener en cuenta en este epígrafe hace referencia a la dialéctica plano-contraplano y campo. En otras palabras, cuando establecemos un plano siempre se crea un espacio opuesto o confrontado, que en el conjunto de la narración de la película puede quedar fuera de nuestra visión, en off (lo que obliga al espectador a imaginárselo, como ocurre con frecuencia en el género de terror) y se llama fuera de campo, o convertirse en el plano siguiente; en este caso recibe el nombre de contraplano. Son muchos los que consideran que justamente la dialéctica entre lo que ve el espectador y lo que no ve (el campo y el fuera de campo) constituye la base de la grandeza estética de los grandes cineastas del séptimo arte.
 
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