Se denomina objetivo al conjunto de lentes convergentes y divergentes que forman parte de la óptica de una cámara tanto fotográfica como de vídeo. Su función es recibir los haces de luz procedentes del objeto y modificar su dirección hasta crear la imagen óptica, réplica luminosa del objeto. Esta imagen se lanzará contra el soporte sensible: sensor de imagen en el caso de una cámara digital, y película sensible en la fotografía química.
La distancia focal se define como la distancia existente entre el centro óptico de la lente y el punto focal. Esta distancia se mide en milímetros y es uno de los conceptos primordiales que diferencian unos objetivos de otros. La distancia focal determina el tamaño de la imagen captada por la película y el ángulo de cobertura, que se va a recoger de la escena fotografiada.
En el siguiente esquema se representa la relación que existe entre esa distancia focal de un objetivo y el ángulo de visión del mismo.
En el siguiente esquema se representa la relación que existe entre esa distancia focal de un objetivo y el ángulo de visión del mismo.
A medida que aumenta la distancia focal se incrementa la capacidad de aumento sobre la imagen, y se reduce el ángulo de visión. De igual manera la longitud focal también afecta a la perspectiva, los objetivos de menor distancia focal tienden a potenciar la perspectiva, mientras que los objetivos de mayor longitud focal, aplastan o comprimen el espacio y la perspectiva.