El
raccord, también llamado “
continuidad cinematográfica”, es la expresión con la que se refiere a la secuencia lógica de acontecimientos descritos en una sucesión de escenas, planos y tomas en una película, filmación o similares. En el ámbito cinematográfico profesional, el
continuista o
script man es el encargado de que el producto final tenga una continuidad comprensible y sin ninguna clase de elemento erróneo en lo referente a salto de continuidad y que pueda ser apreciado a ojos del espectador. También se crean “
registros de continuidad”, en los que figuran, entre otros, el lugar exacto de la filmación, el origen de la iluminación artificial y la hora de rodaje y otros datos que puedan ayudar en el caso de que la película sea llevada a un remake, o sea reeeditada, o se le añadan más escenas antes o después de la distribución.
El fallo de raccord es uno de los más evidentes componentes erróneos de una película, incluso para el ojo no experto, empeorando su calidad debido a su falta de lógica. Para muestra un botón:
http://www.youtube.com/watch?v=wQJIzT8pqPw&feature=related
Aún así, hay muchos grupos de internet que se divierten buscando esta clase de errores en las películas y sacándolos a la luz.
El arte cinematográfico intenta contar una historia, por lo que los tipos de continuidad deben ser los siguientes:
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Continuidad lumínica: En las transiciones de planos no puede haber errores evidentes en los cambios lumínicos ni en la posición solar.
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Continuidad de vestuario o escenario: En las transiciones de planos no puede haber errores evidentes de cambio espacial en el sentido de no haber “teletransportaciones” o cambios de vestuario sin razón.
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Continuidad en el espacio: En las transiciones de plano no puede haber errores evidentes de posición relativa de personajes, gestos, posturas y miradas (fallos de salto de eje o miradas a cámara).
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Continuidad interpretativa: En las transciones de plano no puede haber errores evidentes de cambios interpretativos por parte de los personajes. Esto determina la calidad de la interpretación, pues es posible que los planos hayan sido rodados en días o momentos diferentes, sin embargo la actuación debe ser uniforme para no dejar cojo el componente dramático (cambios bipolares en la actuación).