martes, 8 de noviembre de 2011

FOTOS


Otoño en Las Hervencias (Ávila)


Rosa sobre blanco y negro

Coleóptero 


Plaza Mayor de Salamanca (España)


Plaza Ochavada  de Archidona (Málaga)


Rio Chillar. Nerja (Málaga)

Murallas de Ávila

Simbiosis


Plumas

Sendero de otoño

Plaza de la Catedral de Clermont-Ferrand

La Alberca de noche


Otoño en el centro comercial

Rue de Lyon

Lago volcánico

Moto-bicicleta

Le sentier

La Alberca (Salamanca)

Geranios

Tamasopo (México)

Guanajuato (México)

Puerto del pico (Ávila)

Sierra de Gredos

Parque San Antonio (Ávila)

Roque nublo (Gran Canaria)

Virgen de cera
Agua
Luz y color


amapolas
Coliseo romano
Foro romano
Monumento al soldado desconocido
Mezcla de otoño
Flor de pascua
Hermanas

Hielo
Días de niebla
Pita (agave americano)
Castillo de San Antón (La Coruña)
Ávila desde los cuatro postes
Una rosa
Violeta silvestre
Cascada en Navacepeda de Tormes (Ávila)
Hoja de haya
Colonia (Uruguay)

Parking de bicicletas



Plaza de Santa Ana Archidona (Málaga)






















jueves, 3 de noviembre de 2011

Cómo saber si una foto ha sido retocada

1. Examinando los metadatos

Examinando las propiedades de la imagen, o bien con la ayuda de visualizadores de metadatos como EXIF Reader . Al abrir cualquier fotografía con este programa se nos muestra la información relativa a la marca y modelo de la cámara, valores de exposición (obturación, diafragma, ISO), si se ha usado el flash, fecha  y hora de creación y en su caso de modificación, e incluso el programa empleado para dicha modificación.



2. Mediante el programa JPEGSnoop

Los cuerpos de policía científica suelen disponer de herramientas especiales para el análisis de cualquier tipo de documento, fotografías incluidas. Como es obvio, este tipo de software no sólo es costoso, sino que su uso suele estar restringido. Por suerte, hay programas gratuitos que analizan la foto a fondo para extraer una conclusión al respecto. El más famoso es JPEGSnoop. El único problema es que está en inglés.


                                                     Foto no retocada


JPEGSnoop no sólo lee los metadatos del fichero, sino que también extrae datos acerca de los niveles de compresión, una especie de "huella dactilar" que permite reconocer el programa con el cual se editó la fotografía. Una vez arrastres y sueltes el fichero en la ventana de JPEGSnoop, éste lo procesará de inmediato.


                                                        Foto retocada



Obtendremos un largo informe de texto sólo inteligible por un ingeniero en la materia; no obstante, lo que más interesa, es la conclusión acerca de la genuinidad de la imagen que aparece al final. Para simplificar la interpretación de los resultados, JPEGSnoop divide las imágenes en cuatro clases:

· Clase 1 - La imagen ha sido procesada / editada

· Clase 2 - Alta probabilidad de procesamiento / edición

· Clase 3 - Alta probabilidad de ser la imagen original

· Clase 4 - No está claro si ha sido procesada o es original

Ojo: este dato sólo indica si estamos ante el original recién sacado de la cámara o una versión guardada a posteriori. A pesar de ponernos sobre la pista de una posible manipulación, el resultado de JPEGSnoop no es prueba suficiente para confirmar si una imagen ha sido retocada o no. Falta el criterio más subjetivo, el de la inspección visual.


Una herramienta más accesible y fácil de usar es observar los datos EXIF de la imagen. Sin necesidad de abrir la misma, la seleccionamos y a continuación con el botón derecho del mouse accedemos a propiedades. Dentro de propiedades ir a la pestaña "detalles" y en el apartado "Origen" y en "nombre del programa" nos dirá si se ha utilizado algún programa de retoque. Si sólo aparece "ver 1.00" es que la foto no ha sido retocada.

En estas dos imágenes fotografía DSC_7487 no retocada y DSC_7672 retocada con Photosho CS3

3. Mediante el calculo de la función HASH.

El Hash es una función matemática computable como un algoritmo que nos puede ayudar a determinar la existencia de cambios en un archivo. Para el cálculo de esta función se puede emplear el programa Hashcalc, que puede descarcargse desde http://www.slavasoft.com/hashcalc/. Al abrir el programa se nos muestra de la siguiente manera:



Tan sólo hay que seleccionar el archivo, en este caso una imagen de nuestro ordenador en la ventana "Data", seleccionar entre las casillas de la izquierda el formato (el más usual MD5) y presionar el botón "Calculate". En la imagen siguiente se muestra el hash correspondiente a una imagen antes de ser retocada:



y en la siguiente el que es generado después de aplicar el comando "niveles":



como puede verse el número ha cambiado y cambiará tantas veces como sea modificado el archivo que se trate. Con este método puede asegurarse, sin ningún género de dudas que la imagen ha sido alterada y, a la inversa, si el número no ha cambiado, puede asegurarse que la imagen es la original.



ÍNDICE DE CONTENIDOS DEL BLOG

sábado, 29 de octubre de 2011

Incrementar el número de píxeles de una imagen mediante interpolación

La interpolación es un procedimiento que podemos usar cuando disponemos de partida de una imagen con una resolución demasiado baja. Interpolar no es otra cosa que variar el número de píxeles que contiene una imagen digital. Cuando se interpola una fotografía, se recalculan automáticamente todos los píxeles que conforman la imagen para crear otros píxeles totalmente nuevos, con su correspondiente información de color. Es decir, mediante complejos algoritmos matemáticos, se inventan píxeles nuevos partiendo de los ya existentes, variando el números de píxeles y por tanto el tamaño de la imagen. La imagen siguiente tiene 170 x 141 pixeles, que se hacen visibles si aumentamos su tamaño de visualización en pantalla.

hacer click para ver tamaño real

En la imagen inferior vemos además que el tamaño físico de la imagen es de 6 cms. de ancho.

hacer click en esta imagen y en la siguiente para comparar

Si en el mismo cuadro de diálogo de "tamaño de imagen", y teniendo activada la casilla "remuestrear imagen" cambiamos el número de pixeles en el apartado ancho y ponemos, por ejemplo 1700 px, veremos cómo  el tamaño de la imagen aumenta. Esto significa que si visualizamos la nueva imagen al mismo tamaño, los pixeles que en la primera imagen podían verse, ahora esto no ocurre.


En la foto inferior puede verse el resultado.

hacer click para ver tamaño real

Para comparar ambas imágenes (primera y última aquí mostradas) conviene utilizar el botón ENCAJAR IMAGEN de Photoshop y la diferencia será evidente.
Conviene aclarar que la resolución real (ppp) no habrá cambiado en este caso.

Conceptos relacionados: cómo aumentar el tamaño de una imagen sin perder calidad.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Enfoque selectivo



Un problema bastante frecuente es confundir el encuadre con el enfoque. Esto es así porque normalmente suele coincidir una cosa con la otra. El encuadre es la porción de realidad que decidimos vamos a capturar, es ese rectángulo, alto por ancho de nuestra imagen y su contenido. Sin embargo el enfoque se refiere, como ya hemos dicho en otra parte de este blog, a qué parte de nuestro encuadre aparecerá nítida en función de la distancia cámara-motivo.

En estas dos fotos realizadas desde el interior de un vehículo, el encuadre es el mismo, pero no el enfoque. En la primera (superior), la cámara ha detectado el cristal y el enfoque automático ha ocasionado que el fondo, que era lo que en realidad queríamos capturar, haya salido desenfocado. Para resolver el problema hemos pasado a enfoque manual y moviendo el anillo de enfoque hasta ver nítido el árbol a través del visor.

Si tu cámara no dispone de enfoque manual, puedes emplear el siguiente truco: dirigir tu objetivo hacia un objeto que se encuentre a una distancia similar a la del motivo que te interesa, mantener presionado el disparador hasta mitad de su recorrido (cuidado de no efectuar el disparo) y manteniendo pulsado, dirigir ahora el encuadre a lo que te interesa y disparar. Habrás entendido lo que quiero decir con eso de que encuadre y enfoque son cosas diferentes.

Puedes trabajar tu enfoque selectivo AQUÍ.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Raccord

El raccord, también llamado “continuidad cinematográfica”, es la expresión con la que se refiere a la secuencia lógica de acontecimientos descritos en una sucesión de escenas, planos y tomas en una película, filmación o similares. En el ámbito cinematográfico profesional, el continuista o script man es el encargado de que el producto final tenga una continuidad comprensible y sin ninguna clase de elemento erróneo en lo referente a salto de continuidad y que pueda ser apreciado a ojos del espectador. También se crean “registros de continuidad”, en los que figuran, entre otros, el lugar exacto de la filmación, el origen de la iluminación artificial y la hora de rodaje y otros datos que puedan ayudar en el caso de que la película sea llevada a un remake, o sea reeeditada, o se le añadan más escenas antes o después de la distribución.
El fallo de raccord es uno de los más evidentes componentes erróneos de una película, incluso para el ojo no experto, empeorando su calidad debido a su falta de lógica. Para muestra un botón:


http://www.youtube.com/watch?v=wQJIzT8pqPw&feature=related

Aún así, hay muchos grupos de internet que se divierten buscando esta clase de errores en las películas y sacándolos a la luz.

El arte cinematográfico intenta contar una historia, por lo que los tipos de continuidad deben ser los siguientes:
-Continuidad lumínica: En las transiciones de planos no puede haber errores evidentes en los cambios lumínicos ni en la posición solar.
-Continuidad de vestuario o escenario: En las transiciones de planos no puede haber errores evidentes de cambio espacial en el sentido de no haber “teletransportaciones” o cambios de vestuario sin razón.
- Continuidad en el espacio: En las transiciones de plano no puede haber errores evidentes de posición relativa de personajes, gestos, posturas y miradas (fallos de salto de eje o miradas a cámara).
-Continuidad interpretativa: En las transciones de plano no puede haber errores evidentes de cambios interpretativos por parte de los personajes. Esto determina la calidad de la interpretación, pues es posible que los planos hayan sido rodados en días o momentos diferentes, sin embargo la actuación debe ser uniforme para no dejar cojo el componente dramático (cambios bipolares en la actuación).