1.- Consigue dominar la cámara, no que la cámara te domine a tí.
Es inevitable decir que para que esto no ocurra se necesita tener unos mínimos conocimientos de fotografía. No nos podemos contentar con el acostumbrado apunta y dispara. Tampoco son necesarios grandes y profundos conocimientos, ni un curso de fotografía. Es suficiente con que nos familiaricemos con la simbología más habitual de las aplicaciones móviles y estar dispuestos a perder sólo unos segundos antes de disparar nuestra captura.
2.- Mantén siempre limpia la óptica y libre de rozaduras.
Normalmente usamos la cámara trasera de nuestro móvil y solo para los selfies usamos la frontal. Esta cámara trasera soporta una constante erosión por roce con las superficies sobre las que apoyamos nuestro móvil. Eso origina pequeñas rayaduras en el cristal que generan brillos e imperfecciones en nuestras fotos, perdiendo bastante nitidez. La suciedad por simple contacto accidental con nuestros dedos u otros objetos también puede general falta de nitidez.
3.- Si tu móvil no tiene opciones manuales, busca una app que te lo permita.
Lo mejor es usar la app nativa de tu dispositivo, pero si esta no te permite muchas opciones y todas son automáticas no podrás cumplir con lo que hemos dicho en el punto 1. La cámara de tu móvil te dominará, no tu a ella. Hay muchas aplicaciones en el mercado, de momento podría recomendar Camera FV-5 Lite.
4.- Evita usar el zoom.
Uno de los elementos de mejor calidad que contienen nuestros smartphones no es precisamente el zoom, sino el sensor. Se trata de sensores que en muchos casos superan ya los 48 megapíxeles pero cuando abusamos del zoom, al tratarse de un objetivo con una lente fija, estaremos utilizando un zoom digital, no un zoom óptico. Esto se traduce es una especie de ampliación ficticia de nuestra imagen que genera una gran pérdida de píxeles y en consecuencia una clara pérdida de resolución.
5.- Intentar prescindir del flash.
La iluminación artificial con flash es en general más pobre que la utilizada con luz natural pero además, el flash tiende a generar sombras y a aplanar las imágenes. La distribución de la iluminación no es natural provocando zonas quemadas cerca del fotógrafo y subexpuestas a pocos metros debido a la escasa potencia del flash.
6.- Cuidado con los contrastes y contraluces.
Aquí es donde debes aprender algunos pequeños trucos. En primer lugar decir que si puedes evitar un contraluz, evítalo. Si no puedes evitarlo o prefieres generar una foto artística entonces utiliza las opciones manuales y olvida el automático. Resuelve el problema iluminando las zonas que realmente te interesan aprovechando la sensibilidad ISO y la velocidad de obturación. No podrás, salvo en determinados dispositivos, la abertura del diafragma ya que en la mayoría de los teléfonos es fija.
7.- En fotos nocturnas intenta usar un pequeño trípode o busca un buen apoyo.
Para compensar la escasa iluminación, de forma automática, nuestro smartphone está configurado para obtener esa luz que necesita, subiendo la sensibilidad ISO, pero si no es suficiente, lo intentará con tiempo a través de la velocidad de obturación. Esas velocidades, necesariamente lentas son las responsables de imágenes movidas o trepidadas, es por eso que llevar un pequeño trípode o sujetar bien el móvil apoyándose sobre cualquier superficie u objeto es la solución.
8.- Usa la cuadrícula para mejorar tu encuadre.
La cuadrícula te puede ayudar: a evitar fotos torcidas o inclinadas; a situar mas adecuadamente el motivo en el encuadre; a elegir mejor las zonas que pretendes destacar; a respetar algunas reglas básicas como la regla de los tercios o la ley del horizonte.
9.- Fotografía los detalles y aproxímate a los objetos.
Uno de los puntos fuertes de la fotografía con móviles es la profundidad de campo debido a su corta distancia focal. Traducido en términos más sencillos, con un móvil es más fácil tener todos los planos delante de la cámara enfocados. Esto permite también obtener imágenes nítidas de objetos muy cercanos. Aprovechar esta cualidad es excelente para hacer fotos originales con mucho detalle.
10.- La clave de una buena fotografía está en el fotógrafo y no el equipo.
Con todo lo anterior finalizaré diciendo que la clave es que disfrutes la fotografía, que te tomes un poco mas de tiempo, aunque solo sean unos segundos para pensar: qué quieres conseguir, qué problemas se te pueden presentar y si no sale a la primera no pasa nada, inténtalo de nuevo de otra forma. Persistir, nunca desistir.