- Antes que nada, hay que elegir la miniatura o el modelo que nos apetezca hacer. EN el mercado hay gran variedad de ellos, desde reproducciones de trenes o barcos, a los más abundantes, los modelos de vehículos y miniaturas de las principales guerras históricas. Las escalas más abundantes de estos productos suelen ser entre 1:16 a 1:47, y suelen estar fabricadas en plástico duro o metal (principalmente plomo), aunque no faltan ejemplos de madera (barcos históricos) o incluso latón (trenes).
Para el caso que abordamos a continuación, hemos elegido una serie de figuras de fantasía.- Pinzas o alicates de modelismo: Permiten separar las piezas de las matrices sin que queden muchos residuos del molde en los bordes de las piezas.
- Pegamento: podemos usar pegamento específico para plásticos (en el caso de que nuestro modelo este fabricado en este material). En los otros casos podemos usar pegamento industrial (tipo loctite), intentando descartar pegamentos débiles, como el de barra o colas (excepto en caso de maderas).
- Pintura de imprimaje: Es una pintura especial que se aplica como primera capa a la figura para que las capas subsiguientes aguanten sin caerse.
- Pinturas de diferentes colores: En el mercado existen gran variedad de pinturas de modelaje, las cuales suelen ser polivalentes para plomo o para plástico. El gran inconveniente es que al ser pinturas industriales no se pueden mezclar. Se pueden usar acuarelas (las cuales si permiten mezcla) para agregar detalles a la figura, siempre por encima de otra capa de pintura ya seca.
- Pincel muy fino.
- Diluyente para pinturas: Nos permitirá usar el mismo pincel entre pinturas sin necesitar estar limpiándolo continuamente.
Materiales opcionales:
- Cuchillo, bisturí o cutex: sirve para eliminar la rebaba que puedan quedar en las piezas al separarse de la matriz, así como para perfilar o customizar piezas.
- Pinzas: nos permitirá poder coger las miniaturas sin tener que poner los dedos sobre ella.- Agua y jabón: para lavar las piezas.
- Pasta de modelaje: En caso de que queramos customizar alguna miniatura, necesitaremos de esta pasta para añadir contornos, texturas o piezas talladas. Necesitaremos la cuchilla o una espátula para moldear.
- Aerocompresor.
- Aerógrafo: podemos usarlo bien para imprimar o colorear grandes zonas, o en el caso de disponer de boquillas más pequeñas, para colorear completamente la miniatura.
- Guantes de latex o goma: para no ensuciar la miniatura o que no nos ensuciemos las manos.
- Spray protector de pintura: Para proteger la pintura y evitar que esta se quede pegajosa una vez seca.
- Broca de modelaje: broca de mano con diámetro pequeño para perforar plástico.
- Paño o papel de cocina: para eliminar pegamento o pintura de los pinceles.
Para comenzar, abrimos la caja de las miniaturas. Encontraremos las piezas unidas a una rejilla de plástico. Son las llamadas matrices. Usamos las pinzas o las cuchillas para separarlas.
Ahora limpiamos las rebabas que queden en las piezas con la hoja de la cuchilla.
Usamos el pegamento para unir las piezas siguiendo su composición. Para el uso de pegamento para plásticos, aplicamos un poco en una de las piezas, esperando entre 3-4 segundos para que ese se oxide un poco, y a continuación pegamos la pieza, manteniéndola en la posición deseada, aplicando una fuerza leve (ya que si es muy fuerte, las piezas pueden moverse y si es no se aplica fuerza, la gravedad actuará desplazando las piezas) unos 5 segundos en un lugar perpendicular al eje de pegado, hasta que las zonas de contacto vulcanicen. Una vez pegada la zona, es conveniente no mover las partes para evitar que las fibras de pegamento se deshagan y la figura quede endeble y con las feas fibrillas a la vista. En caso de usar pegamento industrial, es conveniente aplicar poca cantidad en ambas partes de pegado, y unir las piezas inmediatamente, para que el pegamento no se seque demasiado antes de aplicarse. Una vez que la pieza está unida, y antes de que el pegamento se seque completamente, eliminar los restos de pegamento con un paño o papel.
Una vez montada, o incluso durante el transcurso, podemos customizar la figura. Para ello necesitaremos o bien una broca de modelaje (para perforar), la hoja o cuchilla (para cortar o esculturizar) y pasta de modelaje (para añadir textura).
En este ejemplo, usaremos un poco de pasta de modelaje para rematar una articulación. Como veis, el uso de matrices de sets diferentes de figuras ha provocado que el hombro de la figura no esté totalmente definido (le falta un pedazo de hombro), lo cual arreglaremos con un poco de pasta de modelaje.
El uso de pasta de modelaje es muy simple. Los formatos habituales presentan dos barras en el mismo envase, una arcilla seca (de color marrón) y un plastificante (de color amarillo). En caso de haberlo usado anteriormente, eliminamos la parte oxidada seca (característica por su dureza) y cogemos la cantidad necesitada del resto de la barra, tanto de un color como de otro. Hacemos una pequeña bola del tamaño necesitado y la aplicamos directamente a la figura. Antes de que se oxide y se seque, usamos la cuchilla para terminar de formar y esculpir la masa, alimonando el sobrante. Una vez terminado, dejamos unos segundos para que la pasta se seque. Una vez imprimada la figura, el color de la pasta no se notará.
Tenemos montadas las figuras, ahora toca darles color.
Para ello, primero procederemos a lavar las miniaturas con agua y jabón levemente, una vez que el pegamento ya esté bien seco. Las secamos con el paño o con papel y esperamos unos minutos para que no estén húmedas. Procedemos a la imprimación.
Podemos imprimar las figuras con una pintura normal, pero recomiendo el uso de pintura especial para imprimación, que resulta más rentable económicamente y de calidad. También podemos darle la imprimación a pincel o con el aerógrafo, teniendo en cuenta lo siguiente:
-Si usamos aerógrafo, usar un cabezal grande que nos permita impregnar rápidamente el color de imprimación en toda la figura de forma homogénea. Luego, para pintar los pequeños detalles, necesitaremos el cabezal más pequeño para pintar partes específicas de la miniatura. Aconsejo el uso de una cantidad pequeña de diluyente en el depósito de pintura del aerógrafo para evitar que esta se encuentre muy densa y consiga atascarlo, estropeándonos el trabajo realizado.
-Si nos decantamos por el pincel tradicional, debemos tener las siguientes consideraciones. En primer lugar el pincel debe estar seco y limpio. Si las pinturas son nuevas o llevan mucho tiempo sin ser usadas, deben ser agitadas o removidas en su interior, ya que estas pinturas están compuestas por pigmento y resina; que, al ser menos densa la resina, tiende a separarse en dos fases y flotar sobre el pigmento, que se deposita al fondo. Una vez que la pintura se encuentra en una densidad correcta, aplicarlo directamente, esperando entre 30 minutos y una hora a que la imprimación se seque, y luego darle color a la miniatura. Continuamos con el color hasta pintar completamente la miniatura. Si la pintura está demasiado líquida, no se impregnará bien, dejando ver la capa inferior, dando un aspecto nacarado; y si está demasiado densa, parecerá que la textura qué pintamos es más solida y basta. Un buen modelista conoce ambas técnicas para aplicar color según su conveniencia.
Tras el pintado y posterior seque de la pintura podemos seguir customizándola, bien aplicando detalles de pintura (manchas, sangre, suciedad, marcas de la piel o los labios, pupilas…) usando muy poca cantidad de pintura en lugar específicos con la técnica del “punteo”. También podemos agregar cola a la peana de la miniatura para añadir elementos de escenografía (mini césped artificial, arena, etc…). Todo ello, evitando tocar la miniatura durante el secado, ya que nos podríamos llevar con las manos restos de pintura y estropear el trabajo.
Una vez que la pintura esté totalmente seca, aplicamos un protector de pintura convencional para evitar que la pintura se pueda desgarrar en los picos o se desgaste rápidamente. Tras el secado del producto (algunos minutos) la miniatura está terminada.
(Resultado final)